![pic adrian, galeria marc domènech](https://improrrogable.com/wp-content/uploads/2023/03/picadrian_marcdomenech_improrrogable2.jpg)
Pic Adrian. Pinturas de los años 60
GÉNERO: Pintura
ARTISTA: Pic Adrián
HORARIO: De lunes a viernes – de 10:00 a 14:00h y de 16:00 a 20:00h
QUÉ NOS VAMOS A ENCONTRAR
La Galeria Marc Domènech se complace en presentar la primera muestra dedicada al teórico, poeta y pintor Pic Adrian (Moinesti, 1910 – Barcelona, 2008) en sus salas. Esta exposición conmemora la muestra que se celebró en 1962 en la Galeria Syra de Barcelona, que fue la primera que el artista realizó a lo largo de su vida alrededor del mundo. Tras su muerte en 2008, su obra no ha podido verse más que en contadas ocasiones. La última vez fue en la Galería Marlborough en 2017 y, recientemente, en la Galerie Zlotowski de París, con la que se ha coorganizado este proyecto de recuperación del trabajo del artista de origen rumano.
![pic adrian, galeria marc domènech](https://improrrogable.com/wp-content/uploads/2023/03/picadrian_marcdomenech_improrrogable3.jpg)
Pic Adrian. Pinturas de los años 60 traza un completo recorrido por la obra pictórica que el artista realizó durante esa década y sirve para contextualizar la teoría que él bautizó con el nombre de «esencialismo». Es la primera vez que una exposición se centra en este aspecto tan fundamental de su obra y que tan significativo fue para el desarrollo de su carrera artística. Precisamente en esas obras el artista reproduce su obsesión por la simplicidad y la concisión, al tiempo que busca un equilibrio, insólito en aquella época en la Península Ibérica, entre el ascetismo de la geometría y la libertad del informalismo.
![pic adrian, galeria marc domènech](https://improrrogable.com/wp-content/uploads/2023/03/picadrian_marcdomenech_improrrogable-945x1024.jpg)
Sus pinturas de la época han sido a menudo descritas por los críticos e historiadores del momento –como Pierre Restany, Gillo Dorfles, Carlos Areán, Juan Cortés o Àngel Marsà– como obras silenciosas y austeras a las que el artista incorpora siempre elementos que tensan la composición con la finalidad de crear una pintura sensible con vínculos con el mundo de la música y la ciencia. Ese equilibrio entre dualidades con el objetivo de alcanzar una anhelada universalidad atemporal era lo que más interesaba a Adrian y lo que siempre se esforzó por conseguir. «El esencialismo, como movimiento, tiene una condición de totalidad (…)», decía él mismo.